
buscándote entre los andenes.
Se consumen las noches
como cigarrillos,
pensando...
que sin ti es menos vida.
Y es en la ingravidez de los sueños,
donde por fin te encuentro.
Sé que no te quedarás mucho,
que el sol, pase lo que pase,
saldrá mañana.
Y sólo duermo para soñar que te beso.
Sólo sueño, para despertar con mi boca,
enredada en tu pelo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario